sábado, febrero 02, 2008

Me at the Lake House


Muy a pesar de mi, muy a pesar de lo que yo quisiera o me gustaría, debo admitir que tengo debilidad por la películas "para niñas", lo que los gringos denominan como chick's flick o género chickflick. De acuerdo con fuentes de internet este término es de especial gusto para las féminas, dentro de las cuales me cuento. Según la misma fuente, el término se acuñó al estrenarse Beaches en 1980. Por si me quedaba alguna duda debo confesar que ya vi la película, que narra la historia de dos niñas que tras pasar un día haciendo travesuras en Santa Mónica al paso de los años siguen siendo amigas hasta que ya en la edad madura la primera es una gran estrella y la otra es una mujer divorciada con una hija y mucho dinero que no le ha servido para curar sus males. La historia obviamente narra como la fuerza de la amistad sincera a pesar de la distancia el tiempo etcétera. Al final la amiga rica se muere y la cantante se queda con la niña, fin de la historia. Vi esta película a los 11 años en mi clase de inglés y la verdad es que se me quedó grabada (en el corazón) y estoy segura que hasta lloré (enfrente d emis compañeritos todos más viejos que yo).

A partir de ese momento me condené y voy en picada.

Clueless con Alicia Silverstone me inició en las comedias de adolescente ¿cómo no enamorarse del hermanastro ecologista que te veía con sus ojos de casi-ni-estoy-sabritas?

Que levante la mano la que no suspiró cuando en Romeo + Julieta hace su entrada triunfal Leonardo Di Caprio en una toma a cámara lenta en las playas de Venice (que en realidad era veracruz ¿no? pero ahi va una a creer que es la moderna Venecia.

El colmo llegó con Bridget Jones que, adaptada de Pride & Prejudice de Jane Austen, nos vino a acabar a todas las que tenemos alma de solteronas, borrachas y compulsivas (cigarro, alcohol, relaciones fallidas, proclividad al ridículo, cantantes de fiesta-karaoke), además de que el convencimiento de que alguna vez hallaremos al casi perfecto (por aquello de que lo pierde el orgullo) Mr. Darcy no nos abandona ni en los días en que nos vemos como si nos acabara de atropellar un bicitaxi. Esta película es especialmente reconfortante para las que andan en la treintena.

Así es como sistemáticamente a pesar de mis esfuerzos termino rentando una película realmente interesante y una para niñas. Es así como en los últimos dos meses he dedicado un par de horas del fin de semana a ver la nueva verisión de Orgullo y Prejuicio en la que en una secuencia de lluvia Mr. Darcy le confiesa a Lizzy que la ama a pesar de que es una pobretona. En la escena final el amor se consuma (en un beso porque era la época victoriana, no como ahora que eso dee consumar ya implica otras cosas) luego de que Darcy camina entre la niebla de la campiña inglesa. Ya vi la versión con Keira Knightley 12 veces y contando.

Esta noche agrego un título a la lista mientras observo la historia de dos personas que viviendo a una distancia de 2 años se envían cartas terminando por enamorarse. Termino ya para poder echar la lágrima a gusto y disfrutar del beso apasionado.



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2 Comments:

Blogger Ireri Herrera said...

Tssssss... y le dice que la espere y que no la vaya a buscar, que la busque en dos años...

"Refried" hollywoodense de Il Mare (coreana, no italiana), que es más acá, artsy.

Recomendancia chickflickeana: 3 Iron... pttssss... esa si está para arrancarse los vellitos de los brazos con cera caliente...

11:10 a.m.  
Blogger Alito said...

Mmmhhh... No vi esa movie pero por la pura historia no tengo ganas de verla. Mejor ve Across the Universe. Sigue en Cinemex casa de Arte, en Polanco.

7:40 p.m.  

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