Sobriedad

La sobriedad no existe, al menos no en mi de una u otra forma desde hace un tiempo. No es sólo el alcohol corriendo o estancado en el organismo, no es sólo la nicotina enredada en mis pulmones, no es sólo el llanto que sale o el que se costipa, no es sólo mi cerebro confundido, no es sólo el estanque de vacío en que vivo. Es todo y es nada, es la soledad de mi propio ser, la necesidad de prender fuego y dejar que desaparezca el cuerpo hasta quedar cenizas que luego pueda guardar en una bolsa y tirar. Necesidad de arder para reconocer lo que queda.