viernes, febrero 10, 2006

Pinche día

Hoy es uno de esos jodidos días en que te levantas y nada te sale bien. Te despierta el reloj o mensajitos bobos y la gente a tu alrededor se levantó en el mismo mal humor que tú.
Luego van surgiendo otras cosas que para el medio día te dejan en un hoyo de miseria. No es exagerado cuando digo miseria, porque de verdad hay momentos en los que una preferiría no estar simplemente, como yo digo, ponerse en modo de suspensión unas hora sy luego despertar cuando el ánimo esté mejor.
Hoy no es un buen día, no lo ha sido, las circunstancias de mis cuatro paredes han sido suficientes para recordarme sentimientos que muchas veces paso sin ver, ignorando, pero sabiendo que están ahí.
Cómo es posible que un par de gritos haga brotar un riachuelo de lágrimas, de esas pesadas que no alcanzan a resbalar, de las que sólo se arrojan al aire urgentes en abandonar los ojos. No sé si fue sólo enojo o qué otras cosas acompañaron esos minutos de enorme trsiteza e impotencia por no querer desear algo peor, de lo que luego es necesario arrepentirse.
En el momento de desahogo, ayudado por las palabras, llega el objeto detonante de tan desafortunado acontecimiento. no sé qué sentir, no hablaré.

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Hoy es 10 y aún faltan 5 días. No sé si te gustará mi visita, no sé si podré después del recuerdo. Siento que juegas conmigo, donde estés me tiendes trampas y te empeñas en llevarte lo que rescaté de mi esperanza.