sábado, abril 02, 2005

El Valiente

En su calle lo conocían como El Valiente. No era un brabucón pero nunca huyó de un enfrentamiento. Le encantaba el futbol, su mamá lo dejaba encargado en la tiendita y en cuanto se metía a la casa Valiente corría a jugar la cascarita con los cuates, los de la casa de al lado y los alemanes que vivían enfrente. su desobediencia le costó muchos coscorrones de Mode, su mamá.
A Valiente no le gustaba mucho la escuela, eso porque de niño le dieron una pedrada, se le cayó el cabello y perdió un año de escuela, cuando pudo regresar ya se veía grande y como le hacían burla pues no le gustaba mucho. Sólo le gustaba el futbol, todas las tardes después de clases se quedaba jugando hasta que Mode llegaba para llevárselo de una oreja porque después de tres horas no había llegado a la casa. Una vez pasó varios meses con una pierna enyesada, lo peor fue no poder ir a jugar, su hermano Paco lo recogía en las tardes, pero un día se fue con los amigos y se tuvo que regresar caminando con las muletas.
Cuando terminó la prepa le dijo a su papá que ya no quería estudiar, Pancho le dijo que si no quería trabajar se iba con él a trabajar. No le fue muy bien y después de pensarlo mejor sacó ficha para la universidad. Escogió ingeniería porque le gustaban los números y eso de andar midiendo. Después de las clases se iba a jugar futbol americano, lo dejó después de un tiempo porque era demasiado riesgoso y así terminó la universidad, aunque al final se enamoró y por poco no acaba. Para entonces Valiente decidió casarse y poco a poco dejó los pleitos. Valiente se casó y tuvo una hija. De las broncas pasó a cuidar de aquella cosa que lloraba todas las noches y no se dormía si no era sobre el pecho de Valiente. Cuando la cosa esa creció valiente le hizo una casita de muñecas que era la envidia de todas las amiguitas. Cuando Cosa creció le gustaba que para dormir le contaran cuentos, cuando se acabaron Caperucita y todos los cuentos que Valiente sabía, él se inventaba nuevos para complacerla. También le construía casitas en el patio y hacía columpios en los árboles para que ella jugara después de la comida.
Valiente le enseñó de todo a Cosa, a nadar, a andar en bici, a dibujar, le enseñó la historia y lo que significaba apreciarla, hasta le enseñó carpintería.
Valiente era fuerte pero nunca le pegó a Cosa, siempre fue tierno y paciente, una día vieron Heidi y lloraron juntos.
A veces Valiente no estaba cerca de Cosa, a veces trabajaba lejos y pasaban muchos días hasta volver a verse, Cosa lo extrañaba mucho, la consolaba escuhar su voz en el teléfono decirle que pronto regresaría.
Un día Cosa fue mayor, Valiente le dió un consejo para la vida, le dió un abrazo y le juró que siempre la amaría a pesar de todo.
Pasó un tiempo y un día Valiente le dijo a Cosa que la había perdido, ella no lo entendió en ese momento y le dijo que no, que no era verdad.
Valiente ya casi no juega futbo, verlo en la tele lo emociona casi igual, ahora colecciona piedras y lee sobre civilizaciones antiguas, de vez en cuando se exalta y emoprende algún pleitillo inocente. Valiente sigue llamando por teléfono a Cosa, ella sigue sin entender aquella frase, sólo sabe que no quiere perderlo.