martes, marzo 22, 2005

Dogville o pueblo de perros

Hace ya un buen rato que se estrenó, pero yo la vi el fin de semana pasado. Me gustó que las casas fueran sólo rayas delimitando el espacio en que cada personaje tenía su mundo. El ciego tiene un hermoso sol tras las cortinas. Elm Street los une como la columna vertebral. Grace intenta robar el hueso del perro del pueblo. parece una obra de teatro grabada para el cine, me gusta que, como deseaba el director, te olvidas de los escenarios, no tienes esas distacciones, lo abstracto no pudo funcionar mejor en ningún otro lugar mas que en Gogville.
Dogville o pueblo perro, pueblo de perros. Dicen que perro no come perro, eso es un refrán, pero como el agua que no has de beber, el que madruga, y todos los demás, este también está hecho para los humanos.
Tom ve a Grace como un regalo, para ejemplificar su filosofía. Grace se regala, se entrega, hace todo lo necesario porque la quieran, porque no la entreguen. Todo hasta el límite. Grace acepta todas las demandas, los abusos. Tal vez por amor es que perdona, que acepta, su padre la acusa de soberbia. Pero como todos, Grace también sabe odiar y olvidar no siempre es una opción. La revancha sí.
Es verdad que el ser humano suele abusar en cuanto siente un poco de poder, lo hacemos todos, en algún momento, la ley del fuerte sobre el débil. el poder corrompe, el miedo lleva al lado oscuro. Las películas nos reflejan tan bien. aislados o en medio de la ciudad, la naturaleza humana nos posee. el fuego purifica, no a los otros, a tí mismo, a ti que quieres vengarte. mentira, no purifica, pero qué bien sabe la revancha. hay cosas que tienes que hacer tú mismo.
En Dogville cabemos todos.