martes, mayo 09, 2006

Pepe

Pepe es mi hermano, compartimos este mundo desde hace 22 años.
Ayer fue su exámen profesional y ahora es casi un licenciado.
A lo largo de estos años hemos pasado mil cosas juntos, casi todas son buenos recuerdos, desde que éramos niños y jugabamos en el patio o en las casitas que mi papá nos construía par ajugar, cuando atrapábamos grillos, cuando nos mecíamos en el columpio, cuando nos bañábamos en ríos helados de la Sierra Tarahumara, cuando nos metíamos en problemas, cuando empezamos a vivir solos en la universidad, cuando se murió nuestra mascota Pinky.
Mi hermano para mi es, probablemente, la persona que más quiero y la que más falta puede hacerme. Cuando me fui de intercambio pasé 5 meses sin verlo, recuerdo que cuando me visitó en diciembre fui a recibirlo a la estación, llegué y confundí su autobús con otro, cuando vi el autobús acercarse me puse a llorar de la emoción de verlo después de "tanto" tiempo, pero como no era, me dio tiempo de tranquilizarme cuando al fin llegó su bus.
En días como ayer mi hermano me regala momentos de mucha alegría y también otros de tristezas, no siempre es fácil convivir con Pepe, pero yo lo quiero, no porque sea mi hermano, lo quiero porque aprendo de él, porque ha estado conmigo en los momentos en que lo he necesitado, porque es mi compañero.
Torito, como le dicen sus amigos, se va a ir, no sé a dónde y no sé cuando, tal vez nunca volvamos a vivir juntos, tal vez dejemos de vernos por mucho tiempo, quién sabe.

1 Comments:

Blogger Paiki said...

Calma, no se malvibre. Y bien por el Pepe.

12:52 a.m.  

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