miércoles, marzo 15, 2006

El Tiempo

De acuerdo con el calendario hoy cumples tres meses de haberte ido. Tecua: son tres meses de no tenerte aquí entre nosotros en presencia, voz, obsurdo y contento. Son tres meses que cada 15 de cada mes se convertirán en uno más y a la cuenta de 9 más tendrás un año de partido. Tres meses son 16 de diciembre +31 de enero + 28 de febrero + 15 de marzo=90 días. 90 días con sus 24 horas. Para mi te fuiste aquel martes después de casa de Jonás, el miércoles nadie te vió y el jueves ya no estabas aquí, aunque no lo sabíamos porque el viernes aún estabas en la plática de los que esperábamos tu regreso el sábado para ir a casa de Rosa. Yo te pensaba esos días dos días, tú ya no estabas. No sé si ahora eso importe, como que pasen los días con sus mañanas y sus noches. Tu ya no estarás para esperar ese día en que vuelvas de viaje y podamos saber de ti. No sé dónde imaginarte, no creo que seas un ángel como el mundo se empeña en hacerme creer. No sé si nos veas desde dónde estés. No sé si cuando nos toque a nosotros morir estaremos contigo, no sé si de ser así nos querrás como seamos cuando llegue el momento. De todas las cosas que he escuchado hay una que me da cierta tranquilidad por ti y es saber que a lo mejor no te has dado cuenta que te fuiste. Tecua: han pasado 90 días y faltan muchos más en que volveremos a pensar en esta cuenta que se volverá inmensa e incontable en algún momento, superando a los días en que te tuvimos aquí de presencia absoluta. No has partido del todo, no es este un romance de poesía, existes ya por mucho y en mucho. Quisiera no haber tenido que escribir esto nunca. Tecua: el tiempo pasa y su bondad nos cae de a poco, tranquiliza y aquieta, sopla sobre las heridas. No sé aún si agradecer tu "gesto". Agradezco sí, que hayas existido, haberte escuchado, sentido, compartido, querido y todo eso que hay que agradecerle a quien dio lo que tu le diste a alguien como yo. Agradezco los días en que no eramos nada y que yo deseaba serlo todo, agradezco tal vez que no haya sido así. Agradezco los días en que te quise y también los que no. Agradezco a la casualidad y a la causalidad. Agradezco tus palabras, las que sólo eran mias. Espero que pueda ser, el día en que yo tampoco me de cuenta que estoy aquí sin ti para despertar en uno en que nunca te hayas ido.