martes, febrero 28, 2006

Máximo y Forges

Máximo y Forges en elpais.es

disyuntiva matinal

¿qué hacer? ¿dejo mi esencia fluir o la escondo con desodorante?

lunes, febrero 27, 2006

cockney

Allo me old china, wot we say
we pop round the Jack. I'll
stand you a pig and you can rabbit
on about your teapots

* * * * * * * * *
si invirtiera la mitad del tiempo que paso en este blog en mi tesis, ya habría terminado dos.

domingo, febrero 26, 2006

La marcha

fotos provided por ROBOCOP



Sin percances más de 10 mil personas marchamos hoy en la ciudad de Puebla en respuesta a la marcha que se realizó la semana pasada en apoyo a Mario Marín, gobernador de Puebla, con respecto al caso de Lydia Cacho.
Esta fue la respuesta de la ciudadanía, una decisión libre de acarreo, sin más motor que expresar el repudio hacia gobernantes como el nuestro: mentirosos, corruptos, mafiosos, abusivos, delincuentes.
Ojalá que, como anunciaron los oradores, este sea sólo el inicio de las acciones para sacar a Marín de la gubernatura del estado y que la sociedad civil gane más espacios de poder, el poder que como pueblo le pertenece.

sábado, febrero 25, 2006

Un día como hoy pero de 2004...



Casi ni se tomó, verdad tecua? La de blanco es Montse, a pesar de que "no se tenían confianza" se malvibraron sin probelmas ella y el teco, Montse hasta le alineó los chakras. El de verde de Franz, el festejado, bueno, el de la despedida.

Nos despedimos de Franz.

Minería y grandes negocios

Las minas más peligrosas son las subterráneas, y entre éstas las de carbón, por ser roca blanda. Los peligros en una mina subterránea son principalmente de dos tipos: derrumbes y explosiones por los gases desprendidos de las rocas, el metano en primer lugar, también conocido como grisú.
Los mineros de carbón subterráneo, además de los riesgos mencionados, suelen padecer silicosis o neumoconiosis, por los polvos que con frecuencia están respirando. En los tiempos recientes la vida promedio del minero se ha podido alargar gracias a la tecnología, pero ésta no siempre es actualizada adecuadamente por las compañías que tratan de ahorrar gastos. China, Pakistán e India son, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los principales países con el mayor número de pequeñas minas de carbón subterráneas, que son normalmente las más peligrosas porque requieren menor inversión que las grandes, y porque sus trabajadores no están suficientemente capacitados, además de no tener derechos.
En países donde los trabajadores carecen de derechos laborales y de sindicatos, como China, los accidentes mortales en las minas de carbón son más comunes y frecuentes que en otros. En México, según información del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares, la mayor proporción de los 65 trabajadores enterrados en la mina Pasta de Conchos carecen de sindicación, de prestaciones y de capacitación para ese trabajo. Es muy probable que, como en los otros países citados, en nuestro caso la responsabilidad de este terrible "accidente" sea de la empresa Grupo México (que se anuncia como la compañía minera más grande en el país), por insuficiencias de inversión para evitar estas catástrofes, comunes pero no inevitables en estas minas si la empresa toma las previsiones adecuadas.
Industrial Minera México SA de CV (Grupo México) opera ocho minas subterráneas polimetálicas en el centro y en el norte del país, además del complejo carbonífero y coquizadora de Nueva Rosita, Coahuila. Este grupo se ha beneficiado de las privatizaciones de compañías mineras que se han realizado desde la instalación de gobiernos neoliberales, comenzando por el de Miguel de la Madrid, pero sobre todo con Salinas de Gortari. Precisamente en el gobierno de este último el grupo adquirió la mina de Cananea, Sonora, por 525 millones de dólares, junto con Acec Union Miniere.
En su consejo directivo, como se señala en su sitio web, se pueden leer los nombres de salinistas muy conocidos, como Claudio X. González, Luis Téllez Kuenzler, Juan Rebolledo Gout, Armando Ortega y otros que ni siquiera tienen su origen en el mundo empresarial. Rebolledo Gout fue uno de los publicistas más importantes de la llamada reforma del Estado de Salinas.
El presidente de este grupo y CEO (chief executive officer, como llaman en inglés a los directores de empresas) es Germán Larrea Mota Velasco, pariente de Francisco Mota Velasco, subdirector de proyectos de Ferromex (Ferrocarril Mexicano), la red ferroviaria más extensa del país, con casi 500 locomotoras y 8 mil 500 kilómetros de vía, también propiedad del Grupo México.
Esta empresa, dicho sea de paso, se formó junto con la Union Pacific Railroad en 1998, cuando Ernesto Zedillo era presidente de México. Por las facilidades que otorgó para esta operación, Zedillo goza ahora (desde 2001) de los beneficios de ser parte de los once miembros de la junta directiva de Union Pacific Railroad.
No es ocioso recordar que el Senado de la República aprobó la iniciativa de Zedillo (1995) para privatizar el sistema de ferrocarriles del país, incluido el Ferrocarril Pacífico-Norte (comprado también por el Grupo México y la UPR), de donde fueron despedidos de inmediato diez mil de los 13 mil trabajadores, con la complicidad del sindicato presidido entonces por Víctor Flores Morales (diputado plurinominal del PRI en el segundo trienio de Zedillo) y ahora otra vez presidente del Congreso del Trabajo (CT) gracias al reconocimiento ilegal que le dio el derechista secretario de Trabajo y Previsión Social por haber brindado el apoyo del CT al gobierno de Fox el 30 de marzo del año pasado.
La tragedia de los mineros de San Juan de Sabinas, Coahuila, es una más de las consecuencias de la corrupción existente en México, tanto en la esfera de los grandes capitales como en la de los gobiernos neoliberales a su servicio.
Las minas subterráneas de carbón, con la tecnología existente en la actualidad, no debieran ser tan peligrosas como son, si las instalaciones fueran adecuadas.
Desde la tragedia de Barroterán, en 1969, cuando murieron 153 mineros, han ocurrido en la zona alrededor de 10 explosiones semejantes. ¿Cómo ha sido posible, por ejemplo, que los mineros hayan sido dotados de oxígeno sólo para seis horas si se sabía que estarían trabajando a más de 2 kilómetros de la boca de la mina y a 150 metros de profundidad?
¿Falta de previsión? ¿Ahorro por parte de la empresa? No lo sé, pero sí que los obreros están en peligro de muerte.

Miércoles 22 de febrero de 2006 Octavio Rodríguez Araujo

La Jornada publicó esta opinión sobre lo que no se habla del asunto de los mineros en Coahuila. Mientras 65 hombres trabajaban por 750 pesos a la semana, exponiendo su vida en esas catacumbas, poco se ha dicho de aquellos que los explotan y ahora han puesto precio a la tranquilidad de sus conciencias.

viernes, febrero 24, 2006

Prawy do lewego

Emir Kusturica & The No Smoking Band
no sé lo que cantan pero me gusta


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AMOR MÍO, MI AMOR....


Amor mío, mi amor, amor hallado de pronto en la ostra de la muerte.Quiero comer contigo, estar, amar contigo,quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo los hilos de mi sangre acostumbrada,lo dice este dolor y mis zapatos y mi boca y mi almohada.
Te quiero, amor, amor absurdamente,tontamente, perdido, iluminado,soñando rosas e inventando estrellas y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Te quiero desde el poste de la esquina,desde la alfombra de ese cuarto a solas,en las sábanas tibias de tu cuerpo donde se duerme un agua de amapolas.
Cabellera del aire desvelado,río de noche, platanar oscuro,colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,de tus pies a tu muslo y tu costado.

jaime sabines

365


Hace un año (23 de febrero de 2005, hoy es madrugada del 24 pero para mi el 23 aún no termina) celebramos el quinto aniversario de La Catarina. Te recuerdo como si hubiera sido ayer.

de "Los cien golpes", diario de Melissa Panarello

GARGANTA PROFUNDA
«6 de julio de 2000 15,25 Diario: Escribo en la penumbra de mi cuarto tapizado por las estampas de Gustave Klimt y los pósters de Marlene Dietrich. Ella me atisba con su mirada lánguida y soberbia mientras garabateo la hoja blanca sobre la que se reflejan los rayos del sol, apenas filtrados por las rendijas de las persianas. Hace calor, un calor tórrido, seco. Oigo el sonido de la televisión encendida en la otra habitación y me llega la vocecita de mi hermana, que entona la sintonía de un programa de dibujos animados americano; fuera un grillo chilla su despreocupación y todo es tranquilo y apacible dentro de esta casa. Parece que todo estuviera encerrado y protegido por una campana de cristal finísimo y el calor hace más pesados los movimientos. Pero dentro de mí no hay calma. Es como si un ratón me royera el alma de una manera tan imperceptible que incluso parece dulce. No estoy mal, ni bien; lo inquietante es que «no estoy». Pero sé dónde encontrarme: basta levantar la mirada y reflejarla en el espejo para que una calma y una felicidad benigna se apoderen de mí. Me admiro ante el espejo y me quedo extasiada por los contornos que se van delineando poco a poco, por los músculos que toman una forma más modelada y segura, por los senos que comienzan a advertirse debajo de las camisetas y se mueven suavemente a cada paso. Desde pequeña, deambulando cándidamente desnuda por la casa, mi madre me ha habituado a observar el cuerpo femenino, por eso para mí no son un misterio las formas de una mujer adulta. Pero, como un bosque inextricable, el vello esconde el Secreto y lo oculta a los ojos. Muchas veces, siempre con mi imagen reflejada en el espejo, introduzco despacio un dedo y, mirándome a los ojos, me enfrento a un sentimiento de amor y de admiración por mí misma. El placer de mirarme es tan grande y tan fuerte que de pronto se vuelve un placer físico, que llega con un cosquilleo inicial y termina con un calor y un estremecimiento nuevos, que duran pocos instantes. Después viene la vergüenza. Al contrario que Alessandra, nunca me entrego a fantasías mientras me toco. Hace algún tiempo me confió que se tocaba y me dijo que en esos momentos le gusta pensar que un hombre la posee por la fuerza y con violencia, como para hacerle daño. A mí me asombró porque para excitarme me basta con observarme. Me preguntó si yo también me tocaba y le dije que no. No quiero destruir este mundo de algodones que me he construido, es un mundo mío, cuyos únicos habitantes son mi cuerpo y el espejo: responder que sí a su pregunta habría sido traicionarlo. Lo único que me hace sentir verdaderamente bien es esa imagen que contemplo y que amo. El resto es ficción. Mis amistades son falsas, nacidas del azar y criadas en la mediocridad, nada intensas... Son falsos los besos que tímidamente le he regalado a algún chico de mi colegio: apenas apoyo los labios, me invade una especie de repulsión y saldría escapada, lejos, cuando siento que su lengua torpe trata de colarse en mi boca. Es falsa esta casa, tan distinta a mi estado de ánimo en este momento. Querría que todos los cuadros se desprendieran repentinamente de las paredes, que por las ventanas entrara un aire gélido y aterrador, que los aullidos de los perros remplazaran el canto de los grillos. Quiero amor, diario. Quiero que mi corazón se libere y ver las estalactitas de mi hielo hechas pedazos que se van a pique en el río de la pasión, de la belleza. 8 de julio 8,30 de la tarde Alboroto en la calle. Carcajadas que llenan este sofocante aire estival. Imagino los ojos de los chicos de mi edad antes de salir de casa: encendidos, vivos y ansiosos ante la perspectiva de una noche divertida. Pasarán la velada en la playa entonando canciones acompañados por una guitarra; unos se apartarán del grupo, allí donde la oscuridad lo cubra todo, y se susurrarán palabras infinitas al oído. Otros, mañana, nadarán en el mar calentado por el sol matutino, misterioso, guardián de una vida marina desconocida. Vivirán y sabrán cómo administrar su vida. OK, de acuerdo, también yo respiro, biológicamente todo está en orden... Pero tengo miedo. Tengo miedo de salir de casa y encontrarme con miradas desconocidas. Lo sé, estoy en perenne conflicto conmigo misma: hay días en que estar con los demás me ayuda, lo necesito de manera imperiosa. Otros días lo único que puede satisfacerme es estar sola, completamente sola. Entonces echo desganadamente a mi gato de la cama, me tiendo boca arriba y pienso... Quizá hago sonar algún CD, casi siempre música clásica. Y me siento bien con la complicidad de la música y no necesito nada. Pero este alboroto me está destrozando, sé que esta noche alguien vivirá más que yo. Mientras, yo permaneceré en este cuarto escuchando el sonido de la vida; lo escucharé hasta que me abrace el sueño».

jueves, febrero 23, 2006

23 horas al día el mundo es para mi y a las 2 de la mañana no puedo estar sin ti.

martes, febrero 21, 2006

el Delegado Zero en Tlax (realmente es igual en todos lados)

fotos provided por el Chakal.

lunes, febrero 20, 2006


Para levantar el ánimo.

domingo, febrero 19, 2006

Horas

Llevo seis horas aquí. Las dos primeras no pensé en nada, medí, corté, acomodé. Cuando se terminaron las páginas y los anuncios pensé en mi incomodidad, en mi locura y en mi soledad.
Me dio sueño y en un segundo recordé y te volví a olvidar. No te olvidé así, te transporté a los momentos, a pequeños detalles, a tus muecas, a tus ruidos, a tus miradas.
Recordé mi rencor y mi amargura, las que siento, no hace horas sino días. Las que me queman como tus palabras aquellas de hace tiempo.Siento cómo el calor del ridículo me llena y me quita el frio que de este lugar.
Es una casa tan transparente la ausencia. ¿puedes ver a través mi?Dime entónces como me veo por dentro, cómo se ve el miedo y el dolor. De qué color son los sentimientos del arrepentimiento, líquidos o sólidos los rencores, grandes o chicos los lamentos.

pequeños placeres

1. andar en bici en una noche tibia
2. dormir desnuda en una noche tibia

viernes, febrero 17, 2006

El inicio

Se contaron la vida en un café. Se habían visto el día anterior cuando él la saludó como por compromiso, llevaban dos horas sentados en la misma sala viendo noticias, aviones y rascacielos, la tragedia antecedió al encuentro. Ese día del café pasó por ella, él esperaba su guía y ella confiada en que había coche, ¿ahora que hacemos? Ahora, sabe que a él no le hizo gracia lo del taxi, no era su política gastar en eso ¿esperaría a caso llegar en autobús hasta el centro de la ciudad? La gente que ahí los esperaba no los conocía, si supieran que él y ella tampoco se conocían realmente. Así es que formaron equipo “los que se acaban de conocer” contra “los que no los conocen”. Saludaron a la culpable del desconocimiento, se suponía que otros conocidos estarían ahí, pero al final sólo los que no se conocían entre sí terminaron conociéndose en el taxi. Pidieron dos cafés, uno para cada uno. Él pidió un capuchino, ella un americano, no soportaba la leche caliente ni en mezcla. Debió ser incómodo al principio, algún silencio los arrojó a una charla que se prolongó varias horas. Se terminaron de presentar ahí mismo aunque eran compañeros de clase. La noche era una prueba, tal vez descubría que era un tipo de lo más desagradable, a lo mejor resultaba que no le gustaba tanto, ni siquiera había hablado antes con él, no más que las conversaciones en grupo.
Platicaron de mil cosas, seguro, el recuerdo es vago, lejano. Ella recuerda que él le contó sobre su madre, de cómo intentaba gobernar y organizar los minutos que él pensaba destinar a descansar después de pedalear de regreso de la universidad a su casa. Resulta que su madre no vivía con ellos, sino en otro país y cuando llegaba de visita tomaba posesión de su autoridad de madre, él se negaba enérgicamente, en ese punto le creería casi cualquier cosa, “Mamá, vengo de la universidad en bicicleta, estoy cansado y no voy a levantar mi cuarto, voy a ver la televisión” decía él con autoridad. Lo raro de todo esto es que no recuerde mucho más. Recuerda muy bien cuando él se paró al baño y más de una de las otras desconocidas le preguntaron cómo le iba. O sea ¿Cómo de qué o qué? Pues normal ¿no? Resultó que la única conocida de ambos se había encargado de contarle a todos los de las mesitas redondas que moría por él y que era algún tipo de primera cita. Tragame tierra, entera. No pudo más que sonreír con ganas de llorar de la pena, hizo como si nada porque ya venía de regreso y no podía ser más obvia de lo que ya había sido. No podía ser tan despistado como para no darse cuenta de lo que provocaba en ella, todos los síntomas del mal de amores. Se sentó y pidió un segundo café, con crema irlandesa, ella quién sabe, ni siquiera le gustaba el café, le daba lo mismo, no era esa la razón sino el pretexto. Menos aún fue el caso que le hizo al pobre trovador de la esquina que cantó el unicornio azul, terminó por olvidar la explicación, puras teorías. Sin poder decir si fue en el segundo o en el primer café, de pronto notó que algunas gotas manchaban la camisa blanca que se terminó convirtiendo en un fetiche de sus sueños. El café, la mancha se convirtió también en un fetiche, eso unos años después. Cuando casi los echaban, con todo y desconocidos, se subieron a un taxi y regresaron, con parada breve en una fiesta, luego de regreso a dejarla en su casa. Como cualquier tonta se esperó tras la puerta mientras se alejaba el auto que llevaba al principe de la camisa blanca con manchitas de café. Al día siguiente habría de asumir su fracaso, había caído totalmente, la estrategia había fallado, no le había decepcionado, au contraire.

miércoles, febrero 15, 2006

Ya me voy, me voy a las estrellas, me voy con Luis.
Giancarlo Camino, 2 años y medio.
Quisiera haberte escrito una canción, como la de los enamorados que ponen juntas palabras para conquistar.
Mi canción sería tranquila, me gustan las guitarras, pero tal vez la cantaría sin música. Llegaría a tu balcón una noche de estas.
Tú te reirías de lo cursi de mi idea, me pedirías callar pero yo seguiría para provocar tu risa.
Mi canción tendría palabras comunes, eso sí, tendría muchas. A lo mejor en medio sólo habría silencio, un espacio para mirar tu cara.
No sé si hablaría de palomas o de estrellas, de mares o de sombras, la cantaría con mi voz de cartón pero no sentiría pena.
Mi canción sería un regalo, de esos que se guardan o se tiran, no la escribiría, si la perdieras te regalaría otra.
Aún no decido si sería triste o alegre mi canción, todo dependería de los besos me hubieras dado la noche anterior.
Quisiera haberte escrito una canción, ahora no sé si te gustaría.

Libro VII El libro de la Juventud

Siempre será joven, será niño, será siempre. Mientras ellos crecen, Él estará en su casa, viendo películas, escuchando música, en su bici o con su perro. Estará el domingo descansando de la fiesta, tomando té.
Tal vez esté con un amigo, platicando sobre el mundo, tal vez en el chat discutiendo con alguien, tal vez esté solo pensando en sus cosas, extrañando a los que están lejos, tomando una última copa con su mejor amigo. Y mientras está ahí los otros envejecen, se vuelven tristes caminantes de la vida, se olvidan en el todo de un planeta tan grande que no los nota, se pierden la tormenta del día a día, sel olvidan. Él está a salvo.

domingo, febrero 12, 2006

13

El 13 es cumpleaños de mi mamá. El trece es también tu cumpleaños.
Mañana que sea trece, como otros días me acordaré de ti.

sábado, febrero 11, 2006

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

del recién y tarde descubierto, para mi, Pablo Neruda (adaptado).


Puedo escribir los versos más tristes está noche.Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada,y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».El viento de la noche gira en el cielo y canta.Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Yo lo quise, y a veces él también me quiso.En las noches como ésta lo tuve entre mis brazos.Lo besé tantas veces bajo el cielo infinito.Él me quiso, a veces yo también lo quería.Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Pensar que no lo tengo. Sentir que lo he perdido.Oír la noche inmensa, más inmensa sin él.Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.Qué importa que mi amor no pudiera guardarlo.La noche está estrellada y él no está conmigo.Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.Mi alma no se contenta con haberlo perdido.Como para acercarlo mi mirada lo busca.Mi corazón lo busca, y él no está conmigo.La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos... cuánto lo quise.Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.De otra. Será de otra. Como antes de mis besos.Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos...Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.Porque en noches como esta lo tuve entre mis brazos,mi alma no se contenta con haberlo perdido.Aunque éste sea el último dolor que él me causa,y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Amigo

Hay tantas preguntas que tengo, tantas que quisiera poder hacerte aunque no me respondieras.

amigo, gracias por venir.

Ahora que te busco y tu no estás recuerdo que sólo la tristeza quiere hablar conmigo.
Ahora que la lluvia se ha llevado el último girón de tu vestido.
Ahora que he olvidado lo que soy, recuerdo en el pasado lo que he sido.
si he sido lo que fui fue por tu cuerpo
si he sido noche fue tu noche quien lo quizo
si he sido beso es que mis labios aprendieron a ser beso para ti
si he sido lo que soy fue en tu regazo
si he sido vida fue por darte a ti la vida
amiga, que dulce esa palabra suena hoy.
El tiempo no fue tiempo entre nosotros que estando juntos nos sentimos infinitos y el universo era pequeño comparado con lo que eramos tu y yo.
si fuiste lo que fuiste fue en mi casa, que para ti fue tu palacio y tu guarida.
Amiga, que triste esa palabra, qué sencilla esa palabra suena hoy.
No hay noche más oscura que esta noche y el frío se va depositando en los rincones del alma.Ahora que el silencio va borrando la suave vibración de tus palabras. Ahora que no soy a penas nada, recuerdo lo que fui cuando no estabas.

viernes, febrero 10, 2006

Pinche día

Hoy es uno de esos jodidos días en que te levantas y nada te sale bien. Te despierta el reloj o mensajitos bobos y la gente a tu alrededor se levantó en el mismo mal humor que tú.
Luego van surgiendo otras cosas que para el medio día te dejan en un hoyo de miseria. No es exagerado cuando digo miseria, porque de verdad hay momentos en los que una preferiría no estar simplemente, como yo digo, ponerse en modo de suspensión unas hora sy luego despertar cuando el ánimo esté mejor.
Hoy no es un buen día, no lo ha sido, las circunstancias de mis cuatro paredes han sido suficientes para recordarme sentimientos que muchas veces paso sin ver, ignorando, pero sabiendo que están ahí.
Cómo es posible que un par de gritos haga brotar un riachuelo de lágrimas, de esas pesadas que no alcanzan a resbalar, de las que sólo se arrojan al aire urgentes en abandonar los ojos. No sé si fue sólo enojo o qué otras cosas acompañaron esos minutos de enorme trsiteza e impotencia por no querer desear algo peor, de lo que luego es necesario arrepentirse.
En el momento de desahogo, ayudado por las palabras, llega el objeto detonante de tan desafortunado acontecimiento. no sé qué sentir, no hablaré.

- - - - - - -

Hoy es 10 y aún faltan 5 días. No sé si te gustará mi visita, no sé si podré después del recuerdo. Siento que juegas conmigo, donde estés me tiendes trampas y te empeñas en llevarte lo que rescaté de mi esperanza.

miércoles, febrero 08, 2006

me pregunto (tarde como siempre)

Me pregunto cómo es que jodemos a unos para ayudar a otros. Recientemente, en Davos, Bono y otros artistas altruistas se unieron para crear la "red brand",´una línea de productos cuyos beneficios comerciales se destianrán a ayudar a enfermos de VIH en países de África.
Armani, Old Navy, American Express, Converse, entre otras, son las marcas que colaboran con playeras (camisetas), lentes de sol de color rojo y otras mercancías. al parecer algunos de estos productos se fabricarán en África o con materiales del continente.
Esfuerzos como este se apluden. Sin embargo, surge la incongruencia de algunas de estas empresas que ayudan en estos casos mientras causan grandes daños en otras latitudes del mundo.
Old Navy, por ejemplo, pertenece a Gap Inc. empresa que engloba otras marcas como la misma Gap y Banana Republic, utiliza mano de obra del más bajo costo. Algunas de sus fábricas se localizan en países del contiente asiático donde pagan un sueldo mínimo infrahumano a sus maquiladoras, muchas de ellas viviendo en condiciones de esclavitud mientras los productos se exhiben en tiendas y se venden en precios inimaginables (e inalcanzables) para quienes los fabrican con sus manos.
Entonces, si entendí bien, se explota a unos para curar a otros.
¿qué tan malo es? El punto es debatible, si de todas formas los van a explotar, al menos una parte de su trabajo empobrecido se destinará a salvar la vida de otros, a lo mejor también explotan a los africanos.
La cuestión es que mientras yo critico esto, como otros seguramente lo han hecho, estoy siendo hipócrita y a la vez complice de tal horror. Gente como yo contribuimos, al comprar a estas marcas, a la explotación y al esclavismo moderno, el del capital, el del dinero.
La congruencia en estos días es un valor escaso, muy fácil resultría culpar a la globalización de todo, a los tiempos en que vivimos, a nacer donde nacimos y donde no nacimos también (¿acaso escuché "afortunadamente"?). ¿has ta dónde somos responsables? ¿hasta dónde soy responsable?

domingo, febrero 05, 2006

Receta

Has de cuenta que tienes una vida, le echas un montón de "día a día", otro poco de monotonía y medio vaso de trabajo de 5 a 11. Ponle unos 4 o 5 amigos con hielo al gusto, licua hasta lograr la consistencia deseada. Tómatelo como aperitivo.

¿Ya abriste apetito?
Agarra un filete de cruda realidad, ponlo con 200 ml. de lágrimas y adereza con unas ramitas de risas locas. Hierve dos piezas pequeñas de esperanza. Ponlas con el filete en un recipiente para horno, bañar con salsa de amor y tristeza, hornear a fuego lento. Si te gusta crocante súbele unos grados de enojo, no abusar, evita girar la perilla hasta el rencor.

postre:
Corta dos semanas en cuadritos pequeños, añade el jugo de tres limones y dejalos descansar en el jugo unos 5 minutos.
En un recipiente mezcla 1/4 de crema de buena vibra, 1/2 taza de yoghurt sin alcohol y dos cucharadas de encierro. Licua hasta que quede una mezcla de consistencia cremosa, no muy líquida.
Baña los cuadritos con la mezcla y adorna con un poco de inmoralidad, pudor y culpa, refrigera hasta el momento de servir.